„Navegación de alta velocidad“

En conversación con el campeón mundial de barcos estrella Robert Stanjek

Diseños innovadores, nuevas tecnologías y formas de producción modernas: en el deporte de alto nivel también aumentan las exigencias relativas a los equipos para tener opciones de victoria. Robert Stanjek, campeón mundial de vela Star, sabe que el desarrollo de una embarcación requiere concentrar el trabajo de todo un equipo con creatividad, flexibilidad y eficiencia.

El año que viene competirán con un velero de clase IMOCA, en el que el diseño y el desarrollo tecnológico resultan determinantes para obtener un buen resultado. ¿Cuáles son los factores de éxito en este contexto?

Se trata de un barco monotipo para cuyo diseño debe respetarse un reglamento llamado ‘box rule’. El velero debe cumplir con dicho reglamento, que determina la longitud, el ancho y el calado de la embarcación, así como la altura de su mástil. Por otro lado, el equipo desarrolla una filosofía por la que se define el rendimiento del yate en determinadas situaciones propias de la competición; es decir, puede construirse para que navegue a gran velocidad con poco o mucho viento, para un ángulo concreto del viento o para un oleaje determinado: todos estos factores se incluyen en el diseño.

¿Cómo transcurre este proceso en la práctica?

Idealmente, cuando se dispone de financiación para ello, se crea un equipo técnico de especialistas formado por diseñadores, navegantes, gestores técnicos, constructores de embarcaciones, etc. Estos conciben la embarcación, dibujan y calculan borradores, construyen modelos y los prueban en tanques de agua y túneles de viento, y realizan cálculos de flujo. De este trabajo en equipo surgen el casco y los foils, así como la manera en que se disponen las jarcias y el diseño de las velas. A continuación, se arma este puzle y se somete a distintas simulaciones por medio de un complejo procedimiento de cálculo, aplicándose diferentes zonas marítimas y datos meteorológicos; y ello una y otra vez. Una vez se han reunido todos los datos necesarios, se encarga la construcción del barco a un astillero.

¿Qué pasa si las cosas no van como se esperaba?

Voy a poner el ejemplo de un buen barco que compramos y estamos modificando ahora. Hemos montado una nueva quilla de diferente forma y peso; también hemos fabricado un nuevo mástil y estamos diseñando velas nuevas. No obstante, lo más importante será la calidad del nuevo diseño de los foils, que son unas alas de pequeño tamaño que se encargan de levantar el barco del agua. El deporte de vela contribuye con una auténtica labor pionera al desarrollo de estos elementos náuticos, provistos de una compleja geometría tridimensional (longitud, curvatura, radio, corte). Otra parte importante es también el sistema electrónico del yate, es decir, los muchos sensores y potentes procesadores que procesan rápidamente una gran cantidad de información para que el piloto automático controle el yate con seguridad cuando este navega a una velocidad alta. Los trabajos de optimización de los sistemas electrónicos se suceden de una manera constante.

Como skipper del velero, ¿de qué manera crea el equipo?

Todos nos conocemos desde hace mucho tiempo; por ello, discutimos sobre qué miembros seleccionar y tomamos decisiones conjuntas al respecto. Por lo tanto, escogemos juntos a los diseñadores y demás miembros del equipo, teniendo en cuenta el perfil deportivo, pero sin olvidar el humano, puesto que al circunnavegar el planeta en una embarcación de 20 metros, depositas toda tu confianza en las personas que te acompañan. De nada sirve el trabajo de una sola persona en este tipo de competición, pues se necesita a todo el equipo.